Durante este mes los católicos celebramos la devoción al Sagrado Corazón de Jesús siendo el día de su fiesta el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés, que para este 2020 será el viernes 19 de junio. Esta devoción nace con la aparición de Jesús en 1675, a Santa Margarita María de Alacoque, en la que le mostraba su corazón rodeado de llamas, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y del interior del mismo salía una cruz.
Esta hermosa devoción nos permite ver que Jesús con su corazón humano nos profesa su amor divino. Un corazón vivo, abierto a acogernos amorosamente como nuestro refugio ante las tribulaciones diarias; mientras que nuestro corazón se ha enfriado dejado que el egoísmo y el amor propio nos domine, ha ido disminuyendo el amor por los demás, dejando que sentimientos como la desesperanza, la angustia, la preocupación, el miedo y la confusión nos domine. Es aquí donde debemos recordar que el Sagrado Corazón de Jesús es el remedio a todos estos males, él nos alivia y aligera nuestras cargas, es entregarnos a su voluntad con fe y fortaleza porque el que está con él no tiene nada que temer.
Recordemos también que la Santísima Virgen María con su corazón maternal, nos acompaña en nuestras luchas diarias y nos acerca por medio de su amoroso corazón al Sagrado Corazón de su hijo, refugio incondicional de aquel que desee entregarse con infinita confianza a su inmensa misericordia, como lo expreso el Papa Francisco en el rezo del Ángelus, del domingo 9 de junio de 2013 ”El Corazón de Jesús es el símbolo por excelencia de la misericordia de Dios; pero no es un símbolo imaginario, es un símbolo real, que representa el centro, la fuente de la que ha brotado la salvación para la entera humanidad”.
